En Argentina el 54% del suelo cultivable se utiliza para agricultura. El grado de perturbación del sistema edáfico puede medirse a través de variables físicas, químicas y biológicas. Nos interesan más las que dan una alerta temprana de los efectos de la perturbación. El componente genético nos señala la capacidad adaptativa de una especie para responder a perturbaciones ambientales.Se estudió el efecto de varios usos del suelo sobre la fauna edáfica midiendo las variables físicas y químicas y analizando las comunidades de macro y mesofauna. Al mismo tiempo se cuantificó y comparó la variabilidad genética de poblaciones de la lombriz Aporrectodea caliginosa en lotes con tres usos diferentes. La variabilidad genética se caracterizó mediante la técnica de ISSR-PCR.Se reconocieron variables físicas y químicas con umbral de detección alto, que discriminan lotes muy perturbados del resto. Las variables biológicas y el pH tuvieron un umbral de detección más bajo, por lo tanto sirven como alerta temprana de cambios. En particular, las variables genéticas, guardan además un registro acumulado de las expansiones y reducciones poblacionales, lo que las hace sumamente valiosas para diseñar un indicador integral de la perturbación del suelo.
Fil: Rionda, Macarena Hayeé. Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto de Ciencias; Argentina.