Este texto se concentra en la reconstrucción de la organización y la realización del IV Congreso de la Confederación Anticomunista Latinoamericana que tuvo lugar en Buenos Aires en 1980. Ese Congreso tiene que ser entendido como parte de las estrategias internacionales de la dictadura argentina para obtener aliados externos en un contexto de retroceso del régimen, marcado por el enfriamiento de las relaciones con el gobierno de James Carter en los Estados Unidos y por el impacto internacional negativo tras la visita al país en 1979 de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. La organización del congreso correspondió formalmente a la Confederación Anticomunista Latinoamericana, una red de extrema derecha que desde inicios de los años setenta vinculó a escuadrones de la muerte de El Salvador y Guatemala, las dictaduras del Cono sur y la World Anticommunist League impulsada por Taiwán y Seúl. Este texto aspira a mostrar algunas de las iniciativas políticas de la dictadura argentina para obtener consenso a su política anti-subversiva así como para legitimar el envío de oficiales de inteligencia a países centroamericanos al efecto de mejorar el combate contra las guerrillas. El artículo se basa en la consulta a documentación producida por la inteligencia argentina, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la prensa periódica asentada en Buenos Aires y en Asunción.
This article focuses on the IV Conference of the Latin American Anti-Communist Confederation that took place in Buenos Aires in 1980. That Conference has to be understood as part of the international relations policy of the Argentine dictatorship aimed to obtain external allies in an adverse moment of the regime, marked by the cooling of relations with US government and the negative international impact after of the Inter-American Commission on Human Rights’ visit to the country in 1979. The Conference was formally organized by the Latin American Anti-Communist Confederation, a far-right network that since the early 1970s linked death squads from El Salvador and Guatemala, the Southern Cone military dictatorships and the Taiwan and Seoul’s-sponsored World Anticommunist League. This text aims to show some of the political initiatives of the Argentine dictatorship to obtain international consensus on its anti-subversive policy as well as to legitimize the sending of intelligence officers to Central American countries to improve the fight against the guerrillas. The article is based on the consultation to documentation produced by the Argentine intelligence, the Ministry of Foreign Affairs and the periodical press settled in Buenos Aires and in Asunción.