Cuando se analiza la cultura durante la última dictadura militar y especialmente el cine, se lo asocia con la censura, las prohibiciones, la desaparición o el exilio de directores, actores y técnicos. Pero rara vez se tiene en cuenta que el cine fomentado por el Estado a través del Instituto Nacional de Cinematografía nos permite echar luz sobre la compleja relación que se estableció entre la dictadura y la sociedad. En el siguiente trabajo me propongo analizar el cine desarrollado en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983), con el objetivo de marcar cómo la Junta Militar intentó combinar coerción con consenso y crear una visión hegemónica sobre lo que sucedía en nuestro país. Al mismo tiempo también me propongo abordar los espacios de resistencia que generó la industria cinematográfica frente a la dictadura, así como también los mecanismos de adaptación y las representaciones sociales que dicho cine elaboró durante los años más duros de nuestra historia. Por lo tanto, el análisis de la producción cinematográfica nacional entre 1976 y 1983 me permite mostrar que: lejos de ser un cine homogéneo, pasatista y liviano, nos deja ver que las relaciones que estableció ésta industria cultural con la dictadura fueron más complejas y su producción mucho más heterogénea de lo que se cree sobre un pasado reciente colmado de tensiones.
Fil: Ekerman, Maximiliano Andrés. Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto del Desarrollo Humano; Argentina.