En el municipio colombiano de Marialabaja, el monocultivo de palma de aceite se impuso, a partir de 1998, expulsando las formas campesinas de trabajar la tierra; la violencia paramilitar resultó funcional a ese proceso. El caso del monocultivo palmero en Marialabaja muestra cómo, en la modernidad capitalista, lo sagrado, aquello que tienen la capacidad de imponer las prohibiciones y escoger las víctimas sacrificiales, se desplaza de la vida artefacto; esto es posible porque existe una pugna entre los saberes nativos y los saberes autorizados de la agronomía y la ciencia económica, disputa que se concreta en la dominación de los cuerpos-territorios, y que se traduce en posiciones de dominio que permiten la apropiación y acaparamiento de las rentas del valor. Este proceso puede leerse, así mismo, como consecuencia de la negación del valor y la potencia creativa del principio receptivo, que evidencia la relación entre la opresión patriarcal y la crisis ecológica.
Fil: Castro Buzón, Nazaret. Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto de Ciencias; Argentina.